Mi vida era deliciosa hasta que nació mi hermana. Ella tiene el cabello claro y yo oscuro. Su piel es más blanca que la mía. Antes de que ella apareciera todos me decían que yo era muy linda, que tenía bonitos ojos y hasta mi pelo rizado era una maravilla. Ahora eso se lo dicen a mi hermana. No se dan cuenta en mi familia, pero hacen diferencias. Hoy dicen que soy tierna, simpática y lista, pero de belleza... nada. Una vez protesté, pero según mis papás, sólo eran figuraciones mías. Me llenaron de besos y me abrazaron, pero la situación diaria no ha cambiado.
¿Se vale que haya un trato con diferencias? |
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