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Estoy descubriendo que tengo varios nombres. Algunos me gustan; otros no tanto.

            El primero es Manuel y sólo lo uso cuando me preguntan cómo me llamo.

            Para mis abuelos y mis tíos soy Marciano. Cuentan que cuando nací, estaba de color amarillo, con las orejas grandes, los ojos hinchados y el cabello parado... Ese apodo es especial y divertido.

            Para la gente de mi casa soy Bebé. Fui el último en llegar, pero de recién nacido ya no tengo nada.

            Marciano parece de burla, pero me gusta que me llamen así, sobre todo mi abuelo. Se supone que Bebé es más cariñoso, pero lo detesto. Me hace sentir bobo y me enoja mucho que usen ese nombre delante de la demás gente.

            Ya he dicho mil veces que soy Manuel o Marciano y no me hacen caso. Papá dice que es de cariño y mamá sale con el cuento de que siempre voy a ser su nene. ¡Me chocan!

 

            ¿Acaso no puedo decidir cómo quiero que me llamen?

 

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