Chispa.
México, Innovación y Comunicación S. A. de C. V., año 1, núm. 30, mayo 1983, p. 20.

Diseño gráfico: Jani Rivera
Ilustraciones: Milo Gómez

Piano para un dedo

Los africanos tienen instrumentos musicales muy originales. Por ejemplo este piano pulgar inventado en el Zaire (antiguo Congo). Puedes hacer uno con materiales baratos.
Necesitas una caja de avena, palitos de paleta, dos maderas de 14 cm. de largo y tres clavitos.

            1. Corta la caja a 9 cm. de la base.
            2. Haz un agujero alargado en la base y cubre el otro extremo de la caja con la tapa.
            3. Para construir el teclado, coloca los palitos entre las dos maderas con 1 cm. de separación y luego une las maderas con los clavos. No atravieses los palitos, para que puedas moverlos.
            4. Pega el teclado sobre la base de la caja y... Con el dedo pulgar ponte a tocar.

            ¿Por qué suena este instrumento?, ¿qué función cumple la caja?, ¿qué tienes que hacer para obtener sonidos iguales y sonidos diferentes? Prueba con una caja de zapatos y con recipientes de otros materiales. ¡Esperamos tus conclusiones!

 

Marimba de botellas

Sólo necesitas botellas vacías. Llénalas con agua a diferentes niveles. Cuélgalas con una cuerda y ponte a tocarlas con una varita de metal. Intenta afinar cada botella para que suene como una nota e inventa un divertido concierto. Después de tu primera función, podrás responder a las siguientes preguntas:
            ¿Qué cantidad de líquido tiene la botella que suena más agudo?
            ¿En cuál botella se produce el sonido más grave?
            ¿Cómo es el sonido de la botella que tiene más o menos la mitad de líquido?
            Envíanos tu respuesta.

 

Cornetas de orquídea

Ana estaba de mal humor: ¡tantas cosas le da la selva a la gente grande y a mí, nada! Les da la palma para el techo, el leño para el fuego, flores y frutos, carne de venado...
Ana quería que la selva le diese algo extraordinario...
De repente, sus cabellos se enredaron en una extraña planta que colgaba de un árbol. Era una orquídea seca. Ana intentó desenredarse, pero unas hormigas la picaron.
Entonces, arrancó con cuidado uno de los tallos secos. ¡Las hormigas viven dentro... y salen por estos agujeritos! —gritó, olvidándose de la comezón.
Sacudió el tallo y lo miró detenidamente. Parece una corneta —pensó. Lo acercó a sus labios y sopló con fuerza. ¡Qué extraño y bonito sonido hace su corneta! Sin duda, la selva le tenía preparada esa gran sorpresa.
Esto no es un cuento: en la selva de la península de Yucatán abunda este tipo de orquídea. Los campesinos la llaman HOM-IKIM. Vive prendida de los árboles y se alimenta de sus propias reservas, de agua y de bióxido de carbono... Y los niños mayas hacen, con los tallos secos, bonitas cornetas.