Psicóloga Irene Martínez Zarandona

 

 

 

 

 

 

Definición

La inteligencia visual-espacial comprende una serie de habilidades como: reconocimiento y elaboración de imágenes visuales, distinguir a través de la vista rasgos específicos de los objetos, creación de imágenes mentales, razonamiento acerca del espacio y sus dimensiones, manejo y reproducción de imágenes internas o externas. Algunas de estas habilidades o todas ellas pueden manifestarse en una misma persona.

 

Presentación

Las imágenes visuales constituyen un medio de conocer y representar el mundo más antiguo que la escritura. No olvidemos que la vista se desarrolla antes que el lenguaje, y esto sucede tanto en la evolución humana como a lo largo del desarrollo particular de cada niño.

Las pinturas rupestres —incluidas las de Altamira, donde se representan bisontes en pleno movimiento— son prueba del desarrollo visual de nuestros antepasados. El lenguaje escrito evolucionó a partir de los dibujos, jeroglíficos y pictogramas y fue organizándose en signos cada vez más abstractos, capaces de expresar conceptos que fueron evolucionando hacia una mayor complejidad.

No debe confundirse la inteligencia visual-espacial con la vista, en el sentido de que puede haber personas con defectos como astigmatismo, miopía e incluso ceguera y, sin embargo, poseer una inteligencia de este tipo, que abarca aspectos referidos al espacio y la percepción de sus dimensiones.

Actualmente la utilización de los medios de comunicación como el video y la televisión, así como las tecnologías con un alto componente visual, favorecen en mucho la respuesta del aprendizaje de las personas con este tipo de inteligencia, pues los contenidos están organizados a través de imágenes, formas, contextos espaciales y colores.

Porque más allá de la observación, del lenguaje oral y el escrito, también puede promoverse el aprendizaje por medio de herramientas visuales como la realización de obras artesanales, el uso de microscopios, la utilización de plantillas y elementos artísticos y la creación de esquemas y bocetos, para lo cual se debe agudizar la mirada. Además, estas herramientas proporcionan a las personas con capacidades en este tipo de inteligencia la posibilidad de encontrar soluciones propias y no convencionales, con las que pueden expresarse en el “idioma visual”.

La imagen y las expresiones gráficas ayudan a tener una mejor recepción de la información y proporcionan a los niños y jóvenes motivación para hacer sus trabajos, ilustrarlos y realizar sus propias historietas.

El pensamiento visual es inherente a todo ser humano y no un patrimonio exclusivo de los artistas, que son los que lo llevan a grados excelsos. Suelen poseerlo también cirujanos, ingenieros, arquitectos, carpinteros, mecánicos, personas que visualizan historias, críticos de arte y aquellos que sueñan despiertos.

Las personas con esta inteligencia pueden ser hábiles en la pintura, la construcción de modelos tridimensionales y realizadores de materiales audiovisuales con diversas técnicas.

Este tipo de inteligencia está también en el juego de ajedrez, la decoración de cada hogar, la lectura, la planificación de mapas e infinidad de actividades humanas.

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