La serpiente emplumada y los héroes culturales

Parece que fue hacia finales del periodo clásico en Mesoamérica (900 d.C.) cuando la naturaleza divina de la serpiente emplumada comenzó a ser encarnada por los numerosos personajes que asumieron sus atributos. Hubo gobernantes distinguidos que llevan el nombre de Quetzalcóatl.

Este ser mítico sirvió para fundamentar el inicio de las dinastías nobles de muchos pueblos, mediante personajes históricos que eran mezcla de sacerdotes y gobernantes, cuyas hazañas son parcialmente históricas y a la vez mitológicas. Aparentemente, el culto de varias deidades antiguas como la serpiente emplumada, el dios del viento Ehécatl y Venus (Tlahuizcalpantecuhtli), la estrella matutina o vespertina, se fusionaron alrededor de héroes míticos.

Son muchas las figuras que personificaron a la ancestral serpiente emplumada como sacerdote y héroe, como: Gucumatz, Kukulcán, Totepeuh, Ah Pop y el mixteco 9 Viento, entre otros. El más célebre de los héroes míticos asociados a la serpiente emplumada es Ce Ácatl Topilzin Quetzalcóatl, héroe de la legendaria Tula. Quetzalcóatl también siginifica “gemelo precioso” y está relacionado con los héroes mayas del Popol Vuh: Huanhpú y Xbalanqué. En el norte de Yucatán, Quetzalcóatl se conoce como Kukulcán y simboliza el poder dinástico, pues legitima y exalta a los gobernantes.