Representaciones antiguas de Quetzalcóatl
La serpiente emplumada es un símbolo recurrente en la iconografía
del centro de México. En el arte de la cultura mexica del periodo
posclásico tardío
( 1300 a. C. a 1521 d.C.), la serpiente emplumada mítica aparece
generalmente en forma de escultura, como una serpiente de cascabel enroscada
y cubierta de plumas de quetzal. La representación de la serpiente
emplumada combinada con una figura humana es menos común.
La serpiente emplumada es una de las imágenes más imponentes de la antigua ciudad de Teotihuacan. Hay unas enormes cabezas de serpientes emplumadas que sobresalen de la fachada poniente del Templo de Quetzalcóatl. La representación más antigua que se conoce en Teotihuacan de una serpiente emplumada tiene una fecha de 200 d.C., aproximadamente.
Desde tiempos tan tempranos como el preclásico olmeca,
es decir entre el año 1150 y el 500 a.C., se hicieron representaciones
de serpiente con características de ave; pico o crestas aladas
y emplumadas. La serpiente emplumada de Teotihuacan ya tiene forma
de serpiente de cascabel y largas plumas de la cola del quetzal macho,
ave procedente de Chiapas y Guatemala, en las Tierras Altas mayas.
Esta serpiente representada en Teotihuacan, es el antecedente más
probable de la serpiente emplumada tal y como se le conoce entre las
culturas posteriores como Cacaxtla, Xochicalco, y los toltecas y aztecas
del periodo posclásico. Así el culto a este ser fantástico
puede considerarse parte de la herencia teotihuacana y se limitó a
los espacios reservados a la elite.
Entre los mexicas, a esta deidad se le representa portando un gorro
cónico al estilo huasteco, recubierto de piel de jaguar; tiene
una especie de máscara bucal que semeja el pico de un pato.
Como sacerdote luce los emblemas de su divinidad: penacho de plumas
de quetzal (que se asocia con su personificación de Ehécatl),
túnica blanca adornada con caracoles y conchas que refieren
al litoral marítimo, pectoral de xicalocoliuhqui o
insignia del caracol marino cortado transversalmente y porta un cetro
curvo con siete estrellas o constelaciones. Su templo circular se encuentra
frente al Templo Mayor de Tenochtitlan, pues cuando el Sol iba a salir
en Teotihuacan por el sacrificio de los dioses, sólo dos deidades
señalaron con certeza el lugar por donde saldría. Fueron
ellos Ehécatl-Quetzalcóatl y Xipe-Tótec.
Varios códices indígenas prehispánicos o del
siglo XVI que recogen tradiciones indígenas prehispánicas
muestran representaciones de Quetzalcóatl. Entre ellos: Códice
Florentino, Códice Telleriano-Remensis, Códice
Borbónico, Códice Viena, Códice
Magliabechiano, Lienzo de Tlaxcala, Códice
Vaticano A.