El mito del rey-sacerdote Quetzalcóatl 

De acuerdo con la historia, Quetzalcóatl fue el gobernante y sacerdote principal de Tula (Tollan) que llevó a esta ciudad a su mayor esplendor cultural y económico. Su nombre completo era Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl y se dice que nació en el año 1 caña, que su madre se llamaba Chimalman y quedó embarazada de éste cuando se tragó una piedra preciosa.

Después de permanecer cuatro años en Tulancingo, Quetzalcóatl fue a Tula y se convirtió en su gobernante. Como sacerdote, invocaba a las deidades, vivía en meditación, retiro y abstinencia y sólo sacrificaba aves, mariposas y serpientes en honor de los dioses. A él se atribuye el conocimiento de muchas cosas. En los Anales de Cuauhtitlán se lee:

Y en su tiempo descubrió él además muy grandes riquezas, jades, turquesas genuinas, el metal precioso, amarillo y blanco, el coral y los caracoles, las plumas de quetzal y del ave turquesa, las de las aves rojas y amarillas, las de tzinitzan y del ayocuan. También descubrió él toda suerte de cacao, toda suerte de algodón. Muy grande artista era el tolteca en todas sus creaciones...

Gracias a Quetzalcóatl, Tollan pasará a la historia como un lugar de perfección universal. Durante su reinado, Quetzalcóatl se sumergió cada vez más en su propia perfección espiritual. Esto incluía actividades como el baño ritual, rezos, ayuno, auto-castigo, y otras rutinas que se vinculaban con la vida sacerdotal. Y se dice que muchas veces los hechiceros quisieron engañarlo, para que hiciera sacrificios humanos; él nunca quiso, porque quería mucho a su pueblo, que fueron los toltecas. Mientras tanto, el hechicero Tezcatlipoca (asociado con el planeta Marte), obtenía mañosamente poder.

Tezcatlipoca y su corte de sacerdotes oscuros comenzaron a conspirar contra Quetzalcóatl. Tanto en los Anales como en la Historia general de las cosas de Nueva España, de fray Bernardino de Sahagún, se explica cómo Tezcatlipoca le lleva a Quetzalcóatl un espejo para mostrarle cómo es su imagen (por eso Tezcatlipoca fue llamado el espejo empañado). Cuando el sacerdote vio su rostro, con grandes ojeras y los ojos hundidos, experimentó gran pesar y exclamó: “Si me ven las gentes del pueblo mío ¿no habrán de correr?”.

El impacto de verse a sí mismo le abrumaba por lo que los hechiceros le ofrecieron ayudarlo y le ofrecieron una bebida fermentada e intoxicante, el pulque. Quetzalcóatl se alegró y ya borracho pidió que le llevaran a su hermana Quetzalpétatl, que hacía penitencia en el cerro de los nonohualcas. Juntos se embriagan y, según interpretaciones de las fuentes del mito, mantienen relaciones sexuales. Cuando Quetzalcóatl recobra la conciencia llora por la deshonra y decide emprender la marcha hacia el oriente, en busca de la tierra roja y negra, el Tlillan Tlapallan.

Quetzalcóatl siguió la ruta al este de Tollan hacia el mar. Viajó a través de muchos pueblos y sitios sagrados, dejando su rastro. Finalmente llegó a la costa donde construyó con serpientes una balsa y se embarcó hacia el horizonte en el mar.

Sahagún relata este pasaje de la manera siguiente:

[...] y así, llegando a la ribera de la mar, mandó hacer una balsa hecha de culebras que se llama coatlapechtli, y en ella entró y asentóse como en una canoa, y así se fue por la mar navegando, y no se sabe cómo y de qué manera llegó al dicho Tlapallan.

En la versión de los Anales de Cuauhtitlan se explica que Quetzalcóatl marcha hacia el oriente y que al llegar a la costa se inmoló a sí mismo en una pira en medio de la costa. Dice así esta parte del relato:

En la versión de los Anales de Cuauhtitlan se explica que Quetzalcóatl marcha hacia el oriente y que al llegar a la costa se inmoló a sí mismo en una pira en medio de la costa. Dice así esta parte del relato:

Y cuando terminó ya de quemarse Quetzalcóatl, hacia lo alto vieron salir su corazón y, como se sabía, entró en lo más alto del cielo. Así lo dicen los ancianos: se convirtió en estrella, en la estrella que brilla en el alba.

Esta estrella a la que se refiere el mito es el planeta Venus (Tlahuizcalpantecuhtli).

Hay diferentes versiones del antiguo mito: algunas narran su viaje al inframundo, otras abundan en los engaños de los hechiceros, otras fuentes ahondan en su trayecto desde que salió de Tula hasta su partida hacia el este y su promesa de volver.