Los toltecas |
|
Una de las tribus que irrumpió en Mesoamérica fueron los toltecas, un grupo de habla náhuatl que sometió a los nonoalcas, descendientes de los teotihuacanos. Al mezclarse los invasores, con los habitantes de los valles del actual estado de Hidalgo, establecieron una gran ciudad.
Tollan ("Lugar de tules"), cerca del río Tula, fue su capital. Allí levantaron edificios adornados con columnas en forma de guerreros llamados "Atlantes". También esculpieron figuras de jaguares, coyotes y águilas devorando corazones. Hacia el año 1,050 d.C., los toltecas habían convertido a Tula en una gran ciudad, capital de un imperio que dominaba el centro de México y extendía su influencia a regiones muy alejadas. En Tula, la función política estaba ligada a la religiosa y el centro urbano era la sede del gobierno y de la religión.
Los toltecas
extendieron su influencia mediante la guerra y el comercio, tomaron
de otras culturas formas distintas de trabajar la tierra y de
construir templos o casas, obtuvieron riqueza y dominaron territorios.
Los pueblos sometidos les daban tributo a cambio de protección
militar. Por medio de la guerra obtuvieron riqueza y dominaron
territorios; los pueblos sometidos les daban tributo a cambio
de protección militar. Los toltecas extendieron su influencia
mediante la guerra y el comercio. Los toltecas
recibían artículos tan distintos como: cerámica
de Centroamérica y turquesa extraída del actual
Nuevo México. A su vez, los productos de Tula se han encontrado
en lugares tan alejados como Honduras y el sur de Estados Unidos
de Norteamérica.
La guerra adquirió, entre los toltecas, mayor importancia
de la que tenía en las culturas que florecieron en el periodo
Clásico. Aparecen militares
profesionales que se identifican con ciertos animales como: los
guerreros águila, jaguar o coyote. En adelante, el predominio
de los guerreros se hizo más intenso y el espíritu
militarista caracterizó a todas las culturas del Posclásico.
El centro ceremonial de Tula
tenía pirámides, habitaciones y juegos de pelota;
y al igual que en Teotihuacán,
se trabajaba la obsidiana y la cerámica. Según un
poema, el genio de los artistas toltecas se debía a que:
"ponían su corazón en el trabajo".
Los toltecas
dominaron un amplio territorio, pero no por mucho tiempo. Hacia
el año 1.200 d.C. su fuerza fue destruida por nuevos grupos
de invasores. El final de Tula
se parece al de Teotihuacán,
hacia 1,170 la ciudad y su centro ceremonial fueron prácticamente
destruidos; sin embargo, la influencia de los toltecas sobrevivió
en varios sitios. Tal es el caso de Chichén
Itzá, en la región maya en Yucatán, cuya
arquitectura y esculturas, como el Chac-mool, se parecen extraordinariamente
entre sí. (Ver pp.112
y 113 de libro de Historia de 5o. de primaria). La ruina de
Tula favoreció la entrada de nuevos grupos al altiplano
que se asentaron en Tenayuca, a Texcoco llegaron grupos nahuas
de la Mixteca.