Periodo Posclásico |
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A fines del periodo Clásico, hacia el año 900 d.C., los grandes centros ceremoniales fueron abandonados iniciándose una época de grandes migraciones, mezcla de pueblos, desorden y guerras, que sólo terminaría con el establecimiento de una nueva civilización, la de los toltecas en Tula.
A partir de esta etapa de lucha, en la cual
se dispersó la población de las antiguas ciudades
y llegaron nuevos grupos de pobladores, se inició lo que
los historiadores llaman periodo Postclásico.
El periodo Postclásico comprende desde el año 900
d.C., hasta la caída de Tenochtitlan en manos de los españoles
en 1521 d.C.; la división es aproximada, pues se trata
de cambios que no se produjeron en un momento preciso sino que
fueron graduales. Este periodo se caracteriza por la invasión
de grupos seminómadas que provenían del norte, de
la vasta extensión de Aridoamérica, tal vez atraídos
por la riqueza de las ciudades mesoamericanas. Los recién
llegados, que eran cazadores-recolectores, se mezclaron con los
pueblos sedentarios, asimilaron muchos elementos de las culturas
clásicas y se adueñaron de sus poblados, conocimientos
y tradiciones.
No se sabe qué ocasionó el colapso de las ciudades que florecieron durante el periodo Clásico, es posible que varias causas se hayan conjugado para que los habitantes abandonaran Teotihuacan, Monte Albán, Tikal y Palenque. Algunos sitios como Cacaxtla, Xochicalco, Cholula y El Tajín lograron sobrevivir y significaron áreas de refugio.
Como parte del reacomodo demográfico los teotihuacanos emigraron y los mayas del centro se trasladaron a la península de Yucatán. Esto produjo una renovación cultural en el Posclásico, época en la que florecieron grupos como los toltecas, mexicas, mayas, huastecos, totonacos, tarascos y mixtecos.