¿Cuál es el truco para contagiar a otra persona?
El resfriado simple tiene un origen viral. Al igual que cualquier
otro virus, se trata de gérmenes que apenas tienen en su estructura
una pequeña cadena de material genético con instrucciones
para la replicación. Dicho de otra manera, no tienen forma de
multiplicarse si no es invadiendo una célula y obligando a ésta
para que le albergue y luego produzca más partículas
virales. Una vez logrado el objetivo, literalmente, la célula
secuestrada “estallará” para liberar a la nueva generación
de microorganismos.
Cuando esos virus se encuentran en la luz de las vías respiratorias,
sólo deberán buscar otra célula sana que se puede
localizar en el mismo individuo enfermo, o bien, en otra persona, la
nueva víctima potencial de un contagio.
Salir al ambiente es relativamente fácil cuando el paciente
cursa su mal con estornudos. Involuntariamente se convierte en una
suerte de escopeta viviente que, a través de las diminutas gotas
proyectadas por la expulsión violenta del espasmo respiratorio.
Así, pues, los microscópicos organismos podrán
viajar varios metros y dispersarse en el ambiente. Se mantendrán
suspendidos hasta que llegue el momento en que una persona sana respire
y, al inhalar, transporte la pequeña amenaza hacia su aparato
respiratorio donde abundan las células propicias para una nueva
invasión.