Un buen día se sale de casa y encuentra el "decorado" realizado con pintura aerosol: un graffiti que, independientemente de que esté bien o mal realizado, es algo que uno no quiere en la puerta o la barda del hogar.

Mucho peor cuando se ha repintado recientemente para hacer desaparecer un testimonio anterior de la presencia graffitera. Tiempo y dinero invertidos para volver al cuento de nunca acabar. ¡Qué enojo! ¡Qué rabia! Independientemente de que los jóvenes "responsables" tengan necesidades expresivas o aptitudes artísticas que requieren de un "lienzo" donde plasmar sus obras.

Indignación, porque uno percibe pisoteado el propio derecho a que la vivienda luzca como a uno le da la gana.

Hay barrios donde la pintura callejera se ha enseñoreado y pareciera que ya no hay nada por hacer. Algunas personas cubren de inmediato el graffiti en un intento por desalentar su práctica, pero una mayoría -la los graffiteros- termina por ganar. Una docena de usuarios del aerosol suelen tener mayor persistencia que un sólo propietario. Además, mientras el gasto de los "pintores" se divide, el habitante ha de sufragar sus gastos completos si ha de mantenerse en el intento de restaurar la apariencia original del predio.

Otros comienzan a recurrir al uso de las nuevas pinturas antigraffiti inventadas por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México. Solución parcial, ya que de cualquier manera habrán de invertir una suma en la adquisición del material y luego habrán de hacer los trabajos de lavado. Por supuesto, algunos materiales de la fachada no admiten el uso del recurso tecnológico; o bien, por características físicas tales como el granulado, impedirán la limpieza a profundidad.

 

Ayudándonos con la naturaleza

Hace algunos años y en algunos sitios en particular, había la moda arquitectónica o la costumbre de dejar que algún muro exterior de la casa o una reja estuviesen cubiertas de hiedra, también conocidas como enredaderas. Espléndido elemento decorativo que no requiere de otra cosa más que un poco de cuidado para su mantenimiento.

Imagine la fachada de su casa, como si fuera la de un cuento. Hojas que espesamente cubren y protegen la superficie, sin dejar espacio a las ansias decorativas de los espontáneos "artistas".

Silenciosamente persuasiva, haría que estos muchachos ni siquiera voltearan a ver su vivienda como sala de exposición para su obra.

Y, bueno, aunque algún vándalo arrancara por la fuerza algunas de las guías vegetales para imprimir su firma colorida, por la condición viva de la planta, inmediatamente iniciaría la labor de regeneración.

 

Las ventajas de la hiedra

Las hay de los más variados tipos y, por tanto, podría encontrar alguna que se adaptara a las condiciones climáticas de su ciudad o al tipo de tierra disponible.

Las que se usan para cubrir un muro son perennifolias, lo que quiere decir que sus hojas permanecen verdes a lo largo de todo el año. Incluso algunas poseen flores que las hacen aún más bellas

Puede hacerlas que se multipliquen mediante el uso de material vegetativo, es decir empleando trozos del mismo tallo de la planta original. Se adhieren a la superficie mediante raicillas complementarias que crecen a lo largo de su tallo y únicamente requieren guías de alambre para orientar su crecimiento. Esas guías serían como tendederos que corren de lado a lado, pero pegados a la pared. Simples escalones.

Sus requerimientos de nutrientes son más bien bajos y sólo necesitaría poner un poco de fertilizante periódicamente, a fin de recuperar lo que la tierra va perdiendo por efecto del crecimiento vegetal. Nada del otro mundo. Contra lo que algunas personas piensan, la hiedra no daña las edificaciones, salvo que hubiera grietas por las que se introdujeran las raicillas. Lo que sí hacen, es proteger los materiales de construcción que van sufriendo daño por la exposición a la intemperie.

Otra ventaja es que se puede prescindir de la pintura, ya que la fachada de su casa se renovaría con el propio crecimiento de la enredadera. Estrenando siempre. Claro habrá una que otra araña, pero estas suelen alimentarse de insectos que son molestos como las moscas y mosquitos.

 

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