Entrevistador: Ah, vaya: especialistas en artefactos electrónicos.

Destornillador: No nos limite por favor. Somos especialistas en todos los campos, desde los más rudimentarios hasta lo que constituye la tecnología de punta. Estamos en la carpintería, la mecánica automotriz, la electrónica, el mundo de las computadoras. Donde haya un tornillo, ahí estaremos sin duda.

Entrevistador: ¿Cómo es posible eso?

Destornillador: Eso se debe a la forma de nuestras cabezas o puntas, que debe corresponder con la cabeza de los tornillos. Imagínese lo que haría una segueta o un cepillo de carpintero con la ranura de un tornillo. Simplemente no son compatibles: imposible un romance o la simple complementariedad.

Entrevistador: ¿Hay muchas puntas distintas?

Destornillador: Por supuesto. Yo, por ejemplo, soy de punta plana para tornillos de ranura simple: de los más comunes. Tengo primos que poseen punta en forma de cruz. Y claro, los parientes lejanos que ostentan “dados” para apretar y aflojar tuercas y cabezas hexagonales.

 Entrevistador: ¿Algunos más?

Destornillador: Sí, por supuesto. Los modernos fabricantes han diseñado un sinnúmero de cabezas diferentes para sus tornillos. Ya sabe, para que no cualquiera pueda hacer la reparación: sólo aquel que posea el destornillador diseñado específicamente para esa forma o medida. Digamos que son los exquisitos y estrafalarios de la familia.

Entrevistador: A propósito de familia, ¿qué tan longeva es la suya?

Destornillador: ¿Longeva? ¿Me podría hablar en castellano, por favor?

Entrevistador: Es español. Le preguntamos por su durabilidad.

Destornillador: Larga vida para esta noble estirpe. Ah, claro: si somos finos y no una burda imitación. Puro acero... toque usted.

 Entrevistador: Vaya que es fuerte, aunque el mango...

Destornillador: Aislante, por supuesto, para evitar descargas. De madera o algún plástico polímero, pero también de gran resistencia.

Entrevistador: Pero no lo será tanto como el acero.

Destornillador: Nada, nada. Pegue usted con fuerza. Ja: si algunos de nosotros casi podríamos ser usados como cincel. Claro: en una versión más sofisticada y elegante.

Entrevistador: Vemos que no es precisamente modesto.

Destornillador: Soy simple y sencillo. Así como me ve, sin piezas articuladas como las alicatas o sin cuerda y tuercas como una llave perica, puedo ser útil en más cosas que apretar y aflojar tornillos.

 Entrevistador: Exagera un poco ¿no?

Destornillador: De ninguna manera. Somos usados como pica-hielos, también para abrir latas de pintura, para hacer palanca. Si no, ¿por qué somos infaltables en las navajas de bolsillo?

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