La gama

Menos evidentes que los golpes físicos son otro tipo de agresiones como actitudes o frases a las que recurrimos cotidianamente; por ejemplo todas aquellas que conciben a la mujer como alguien que sólo sirve para tener hijos, que es útil mientras es joven y atractiva, que no está autorizada para hablar pues seguro se equivoca, que no es capaz de establecer relaciones cordiales con alguien de su mismo género, que sólo se interesa por el dinero o los bienes materiales, o que para poder estar en pareja debe fingir falta de interés, que si tiene éxito profesional no se debe a sus capacidades sino a su coquetería o “argucias femeninas”, entre muchas otras.

 

En casa y callada

La mujer es la persona adecuada para realizar todo el trabajo doméstico, es como si su cuerpo hubiese sido diseñado para lavar, planchar, limpiar los pisos, cocinar, arreglar las habitaciones.

 

El estudio y el trabajo

En pleno inicio del siglo XXI, muchos padres prohíben a sus hijas estudiar pues argumentan cosas del tipo: “¿para qué lo necesita? Al final se va a casar”, “no necesita muchas matemáticas para estudiar”; además infinidad de hombres impiden que la mujer trabaje porque “su deber es cuidar la casa y a los hijos”.

 

Las emociones

Se considera maltrato emocional la falta de amor y atención, la indiferencia, los celos extremos y la desconfianza, el excesivo control, la descalificación de ideas, creencias o puntos de vista, la desvalorización y la ridiculización en privado y en público, prohibir la convivencia con otras personas, fomentar sentimientos de culpa, recriminar, etcétera.

 

El plano sexual

La violencia sexual surge cuando se fuerza a la mujer a tener relaciones sexuales mediante chantaje, amenazas, comparación con relaciones anteriores, sospecha de infidelidad o maltrato físico, sin considerar el estado anímico, emocional o el deseo de la pareja. “Es una obligación”. La sexualidad está desvinculada del amor y el respeto.

 

La comunicación

Se consideran agresiones los insultos, gritos, amenazas y discusiones sin sentido donde se humilla a la mujer, así como la indiferencia al diálogo, el silencio, ridiculizar ideas, creencias, intereses y opiniones, o comunicarse a través de órdenes y reproches.

 

Maltrato físico

Por lo general, el maltrato físico va acompañado de otras formas de agresión, verbales o psicológicas, como las mencionadas anteriormente. Los golpes con el puño, jalar el cabello, empujar, dar bofetadas o pellizcos, patadas, quemaduras, lanzar objetos o inmovilizar a la mujer, son acciones que se inscriben en este rubro.

Otros ejemplos de violencia contra la mujer en espacios cotidianos son:

•  En la calle: por ejemplo, en las grandes ciudades de nuestro país es cada vez más difícil encontrar a mujeres con falda corta caminando porque al hacerlo se vuelve “el blanco” de piropos que las más de las veces resultan ofensivos o, al abordar un transporte público, es fácil que so pretexto del hacinamiento, algunos hombres aprovechen para tocar el cuerpo de forma discreta o completamente abierta.

    •  Manejando : en las aglomeraciones de tráfico, si un conductor hace algo mal es común escuchar “ha de ser vieja” o “sí, ya ves, es vieja”, lo que denota que las mujeres no son capaces de conducir un auto de forma adecuada.

     

Las diferencias

 Hombres y mujeres somos diferentes, no hay modo en que podamos ser iguales, nuestras características físicas y psicológicas difieren; pero los seres humanos, en general, nos distinguimos por eso, por la diversidad, una mujer no es igual a otra aunque se parezca y un hombre tampoco. Aunque reconozcamos esto, es necesario reconocer que gozamos de los mismos derechos y obligaciones.