Ramón Cordero G.
¿Cuál es la frecuencia con que se debe defecar?
Piense usted y la lógica le dará la respuesta. Si se trata de los residuos finales del proceso de digestión y usted come todos los días, con esa misma frecuencia se tendría que usar el retrete.
Cuando pasan dos, tres o más días, tenemos un síntoma inequívoco de que nuestro aparato digestivo tiene problemas; y aunque muchas personas terminan por acostumbrarse a largos lapsos sin expulsar las heces, es importante saber que ¡no es lo normal!
Los excrementos secos y duros caracterizan al estreñimiento. Al dificultarse la expulsión, puede haber retención fecal durante varios días, y debemos tomar en cuenta lo inapropiado que es mantener dentro un material que se encuentra en proceso de descomposición.
El estreñimiento es una condición irregular que a largo plazo puede favorecer la presentación de condiciones patológicas como las hemorroides* y la diverticulitis** que, una vez presentes en nuestro organismo, son susceptibles de complicarse y generar males agravados.
Un intestino educado
Para gran parte de las madres uno de los grandes logros en lo que respecta a la educación de sus bebés, lo constituye el control de esfínteres.
De hecho, es motivo de alegría y satisfacción cuando la criatura comienza a contener la necesidad inmediata de la expulsión de sus heces y “avisa” para que el adulto a cargo le ayude a usar el inodoro.
Este control e incluso el desarrollo de cierta capacidad para postergar el momento de la evacuación, brinda muchas ventajas prácticas en la vida cotidiana. Por ejemplo, cuando no tenemos a nuestra disposición un servicio sanitario en cualquier momento y lugar. No obstante, también es —como contraparte— una práctica artificial que no es precisamente recomendable para la salud.
El estreñimiento puede ser un síntoma asociado con alguna enfermedad, independientemente de nuestros hábitos alimenticios. Sin embargo, es conveniente dejar claro que en la inmensa mayoría de las personas, los componentes de la ración alimenticia juegan un papel fundamental. Las dietas pobres en fibra vegetal hacen que el excremento sea duro y relativamente seco, por lo que la expulsión se dificulta. Si a ello añadimos una limitada ingesta diaria de agua, el fenómeno se ve reforzado. El sedentarismo y la falta de ejercicio, son otros de los factores predisponentes.
* Las hemorroides son bultos que se forman por la acumulación de sangre en las venas de la región rectal y resultan dolorosas al sentarse o con el movimiento. La irritación continua puede llegar provocar el sangrado espontáneo. Cuando se deja crecer el problema, suele ser necesaria una intervención quirúrgica para eliminarlas. El estreñimiento, una mala circulación y permanecer sentados por periodos prolongados, son factores favorables para su aparición.
** Los divertículos son pequeños sacos ciegos —literalmente bolsas— que se forman en las paredes del colon (intestino grueso). Pueden inflamarse e infectarse por la acumulación de materia fecal, provocando desde sangrados por erosión hasta infecciones muy severas que dañan a todo el organismo. Una dieta con poco contenido de fibra hace que sean más comunes.
