Los paliativos

La forma de vida “moderna”, caracterizada por la poca actividad física así como por los cambios en los patrones de alimentación —con abundancia de alimentos procesados y/o altamente refinados — hacen del estreñimiento un fenómeno de nuestro tiempo en las comunidades urbanas.

Gracias a ello se ha desarrollado toda una industria ligada a los laboratorios farmacéuticos, en la que los paliativos para este problema son ampliamente publicitados. Justo es reconocer que en el abanico de opciones hay de todo: desde productos generados y probados con todo el rigor científico, hasta preparados casi caseros que no pueden garantizar resultados ni efectos colaterales adversos para la persona que los usa.

Así las cosas: habiendo publicidad que estimula el uso de estos productos y acceso a ellos sin necesidad de receta médica, tenemos todos los ingredientes como para que el combate al estreñimiento fácilmente recurra a la automedicación. El punto negativo es que, al brindar soluciones parciales o momentáneas, la gente que sufre de este síntoma tiende a incorporar esos remedios a sus hábitos cotidianos. Hace natural lo antinatural.

Por supuesto. Lo aparente es que la evacuación se regulariza, pero sin existir una solución radical. Dicho en otras palabras: sin contar con que el organismo se “acostumbra” a trabajar sólo con ayuda externa, deja de aparecer como necesario modificar los componentes de la alimentación, ingerir cantidades adecuadas de agua o incrementar la actividad física.