Hasta ahora no hay al menos ninguna que sea del conocimiento de la mayoría. Pregunte a amigos y familiares para constatar que ése es el común denominador: el bote de basura como destino final.
La industria farmacéutica es de las más prósperas y, año con año, reciben utilidades más que considerables. Así como afirman ser solidarios con la causa de la salud, no sería mal visto que también se involucraran con esos residuos que produjeron, pero que ya no sirven.
Sería muy positivo si, en el mismo paquete donde envasan sus medicamentos, indicaran con claridad cuál es la mejor forma para desechar cada tipo de producto garantizando la seguridad de las personas y su ambiente.
Aún mejor, quizá convendría que en cada farmacia colocaran depósitos para este fin y contribuyeran al retiro, inutilización e, incluso, eventual reciclamiento de sustancias activas.
¿Usted había pensado en el desecho de las medicinas ya vencidas? ¿Se le ocurre alguna otra forma? El tema parece no haber sido tratado con la importancia que merece, pero como miembros de la sociedad estamos en capacidad para generar propuestas.