El truco de las porciones

Las empresas que se dedican a la producción de este y otras muchas golosinas, postres o alimentos, saben que varios consumidores prestan atención a la información de los nutrientes y sobre todo a las calorías, que a fin de cuentas contribuyen —si son ingeridas en exceso— en el aumento de peso. Por disposición legal están obligadas a consignar ciertos datos, como es el contenido de proteínas, grasas, carbohidratos y el potencial energético por cada porción o ración. El detalle es que parece no haber una regla fija para establecer de qué tamaño, volumen o peso es cada una de ellas.

            Para el caso del refresco examinado la porción se establece en 100 mililitros, aunque hay marcas similares que la fijan en 200. Un problema para nosotros ya que, si no somos lo suficientemente cuidadosos, podríamos pensar que lo reportado en la etiqueta corresponde a la botella entera y suponer que ingerimos menos calorías de las que en realidad introducimos a nuestro cuerpo.

            Si usted bebe todo el líquido, entonces tendrá que multiplicar las 42 kilocalorías (2) por el total de las raciones que en este caso son 6. Así, pues, el total será de 252 kcal. Estará de acuerdo en que no es lo mismo suponer que sólo estamos disponiendo de 42, cuando en realidad son 252.

 

Convirtamos a cucharadas

Hablar a secas de esa energía, podría no tener ningún significado para nosotros, si no sabemos lo que ello implica. Sin embargo, como tenemos el dato de cuántos gramos de carbohidratos (azúcares) tiene cada porción (11 gramos), entonces podemos multiplicar por las 6 porciones y obtener como resultado los 66 gramos que en realidad contiene la botella en tal presentación.

            Eso corresponde más o menos a 6 cucharadas del dulce. Deposite en un plato la misma cantidad de azúcar granulada y váyase de espalda al notar lo que significa para su régimen alimenticio. Esa pequeña montaña es la que ingresa a su organismo con cada refresco de 600 mililitros consumido, que ni siquiera nota al presentarse diluida y beberla a tragos.

            Alármese aún más, si usted es de las personas que cada día toman refresco y además lo hace en mayor cantidad.

 

 

(2) La energía es medida en calorías, pero los nutriólogos utilizan múltiplos para facilitar su trabajo. Una kilocaloría (kcal) corresponde a mil calorías.