La
idea de que los individuos nacemos libres y somos humanamente iguales,
es aceptada hoy en día como una verdad indiscutible en todos los países
del mundo. Tan es así, que dicho reconocimiento ha sido integrado a
la Declaración Universal de los Derechos Humanos y forma parte de los
valores que dan vida a las sociedades democráticas.
Sobre
el significado de la igualdad ya hablamos antes, hoy toca el turno de
reflexionar sobre el significado de la libertad. ¿Te has preguntado
lo que significa ser libre en una sociedad democrática?
¡Vaya
torito! ¡Hasta parece pregunta de examen final! Ya te estamos escuchando
decir. Pero no te preocupes, que no es nuestra intención evaluar tus
conocimientos; sólo deseamos que te pongas a tono con nosotros, para
iniciar la reflexión. Así que, sin más rodeos, hagamos como los dermatólogos:
¡vamos
directo al grano!
Disfrutar
de la libertad es contar con la posibilidad de expresar nuestros gustos,
opiniones, ideas y capacidades personales; de transitar sin impedimento
alguno por las calles y sitios públicos de todo el territorio nacional;
de reunirnos, asociarnos u organizarnos con otras personas para los
fines que deseemos y la ley permita, sin que nadie -ni el gobierno,
autoridades civiles, policíacas u otra persona- nos lo impida. Está
suave ¿no?.
Pero,
¡ aguas, no te vayas con la finta! El ser libres no significa que podamos
hacer todo lo que nos venga en gana. Pues de ser así, corremos el riesgo
de afectar la libertad y los derechos de nuestros semejantes. Por ello,
no estaría de más que para aclarar dudas sobre los derechos y libertades
individuales que la ley protege en México, le echaras una revisada a
los 29 primeros artículos de nuestra Constitución política. Pero sobre
todo, que asumieras el compromiso de utilizar responsablemente tus libertades
y defender el derecho que todos tenemos a ejercerla: ya sea dentro de
nuestra familia, con los "cuates", en la escuela y en la comunidad donde
vives.
¿Le
entras al compromiso?