Thelma Alcántara A.

Después dde la tormenta no siempre llega la calma. Constantemente tenemos noticias de derrumbes en el campo o la ciudad que frecuentemente cobran muchas vidas humanas. Nuestro país sufre estos peligrosos fenómenos durante la época de lluvias y cuando ocurren sismos, por lo que es muy importante que conozca las causas de los derrumbes y, sobre todo que aprenda a reconocer si el lugar donde vive o la escuela donde trabaja es un lugar seguro.

A pesar de su abundancia, la sociedad no ha considerado tan peligrosos a los derrumbes como a otros fenómenos naturales también muy delicados como sismos, huracanes y erupciones volcánicas. Nuestra poca cultura en materia de prevención de desastres, nos hace dar más importancia a ciertos peligros que a otros. En materia de derrumbes prácticamente podemos estar “viviendo con el enemigo” sin darnos cuenta.

La inestabilidad de laderas se da en las zonas urbanas. Una ladera es una superficie inclinada del terreno o un declive propio de las montañas, los cerros y las lomas. Es impresionante la cantidad de laderas habitadas que se pueden encontrar en zonas conurbanas. Cerros y lomas han canjeado el verde de otro tiempo por una capa de asfalto.

¿Qué son las laderas inestables?

Debido a las lluvias intensas o continuas, gran cantidad de agua se infiltra en el suelo llenando los poros o espacios que en él existen. Como consecuencia el suelo se satura y aumenta su peso, facilitando que se debilite y se caiga. Cuando se presentan sismos fuertes, existe el peligro de que alguna ladera se pueda caer afectando a la población que vive sobre o en la parte baja de ésta.

La inestabilidad de las laderas no sólo se debe a causas naturales sino también a las humanas, ya que al deforestar se debilita el terreno. Las excavaciones y cortes mal ejecutados pueden también propiciar ciertas inestabilidades. Dicha inestabilidad provoca el movimiento pendiente abajo de suelos, rocas y vegetación, bajo la influencia de la gravedad. Los materiales se mueven a través de diferentes mecanismos: derrumbes, deslizamientos y flujos.

 

Los derrumbes

Los caídos o derrumbes son desprendimientos violentos de suelo y fragmentos aislados de rocas que se originan en pendientes empinadas y acantilados, por lo que el movimiento es prácticamente de caída libre, ya sea rodando y/o rebotando. Los derrumbes son muy comunes en las autopistas, donde continuamente se pueden apreciar desprendimientos de rocas que caen sobre la carretera.
    

 


Los deslizamientos

Los deslizamientos son movimientos de materiales térreos (rocas, suelo y su combinación) pendiente abajo, delimitados por una o varias superficies de falla o ruptura. Estas superficies de falla pueden ser curvas y/o planas; y son, sobre ellas, que deslizan los materiales colapsados de una ladera. Los deslizamientos pueden ser lentos o rápidos, dan la impresión de que la tierra es como una gran bola de helado que se va derritiendo y al fundirse se resbala lentamente llevándose todo a su paso.

Los flujos

Los flujos son movimientos de suelo y de fragmentos de rocas pendiente abajo de una ladera, en donde sus partículas se mueven entre sí dentro del volumen que se mueve o se desliza sobre una superficie de falla. Los flujos pueden ser muy lentos o muy rápidos; la velocidad está determinada por la cantidad de agua existente en el volumen de materiales.

Puesto que la velocidad depende de la pendiente o inclinación de la ladera, los materiales disponibles y la cantidad de agua, es común que ocurran durante y después de lluvias extraordinarias y en zonas donde las laderas están compuestas de materiales sueltos.

Estos movimientos que a veces no podemos ver completamente porque se dan bajo la ladera representan un gran peligro, ya que en cuestión de minutos pueden transformar por completo el paisaje y cobrar vidas humanas.

 

 

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