Los
seres humanos y las laderas
Los seres humanos también afectan las laderas incrementando su
inestabilidad con la deforestación, al hacer cortes verticales
o inclinados que se utilizan para construir carreteras o casas, así
como cuando se excava el material al pie de la ladera.
La inestabilidad de las laderas frecuentemente ocurre en zonas de asentamientos
irregulares, cuando éstos se localizan en terrenos inclinados
y los habitantes deterioran las características de resistencia
de los materiales; o bien al reblandecerlos con las descargas de drenajes
y la construcción de fosas sépticas. Por esta razón
es importante evitar estos asentamientos, ya que son zonas de alto riesgo
en las que pueden ocurrir desastres considerables.
Es muy importante estar convencidos de que el lugar donde vivimos es
seguro, especialmente después de la temporada de lluvias. Tener
contacto con las autoridades de protección civil es vital si
se encuentran señales de movimiento de ladera: una oportuna comunicación
entre las autoridades y la comunidad se puede traducir en el salvamento
de muchas vidas.