El principal problema de la persona codependiente es su baja autoestima
Se ve a sí misma sin valor, se compara con otros y se siente sola y vacía; tampoco acepta cumplidos del exterior, pues siente vergüenza y que no se los merece.
En muchos casos parece que la autoestima del codependiente mejora al estar con una persona que considera tiene más problemas que él mismo y el hecho de compararse lo hace sentirse mejor. Lo difícil es cuando la persona que supuestamente está en una posición peor lo ignora y maltrata, pues entonces aumenta su sentimiento de frustración.
Es muy susceptible y fácilmente por cualquier motivo se siente menos. Procura no intimar con otras personas por vergüenza de los problemas que vive y tiene temor a ser herida.
Es la peor juez de sí misma, pues se autocrítica severamente. Desea ser perfecta y por eso no suele terminar nada cuando no puede llegar a la perfección.
La persona codependiente se enfoca en los demás y no en sí misma, como una forma de ganar el amor que siente que le hace falta. Necesita la aprobación de los demás, sentirse amada y necesitada por su pareja, y por eso aguanta todo.
Es insegura, no puede tomar decisiones ni es capaz de identificar bien sus sentimientos: por eso vive en una constante angustia y sensación de estar atrapada. Cuanto más insegura se siente, más trata de complacer y ser amable, pero cada vez está más lejos de sí misma, vacía y hundida.
Controla sus verdaderos sentimientos
Se siente culpable por lo que desea, que generalmente es diferente de lo que hace y va por el mundo tratando de esconder sus verdaderos sentimientos y su yo más auténtico.
Controla sus afectos, tanto los de amor como los de rabia, miedo o dolor. Como no los puede identificar claramente, por ello tampoco los puede explicar ni manejar.
Aunque siente gran rabia, no les es fácil reconocer sus sentimientos y culpa a otros de por qué se siente tan mal (el alcoholismo del otro), sin responsabilizarse de sus propios reacciones.
No se deja conocer, requiere de mucha certidumbre y confianza para abrirse y confiar en otro. Además que no ve sus errores, ni puede pedir ayuda pues lo vive como un fracaso.