¿Qué es el proceso de identificación?

 Si recurrimos a un diccionario del ámbito psicológico (1) , nos da estas acepciones respecto al término, ya que es de uso común:

A. "Acción de identificarse": reconocer como idéntico; cuando se reconoce un objeto perteneciente a determinada clase o cuando una clase de hechos es asimilable a otra.

B. Acto en virtud del cual un individuo se vuelve idéntico a otro, o dos seres se vuelven idénticos, ya sea en pensamiento o de hecho.

Pero da una tercera acepción dentro del ámbito psicoanalítico, donde el término adquiere otra profundidad, y en ese sentido "identificarse ", constituye una serie de conceptos psicológicos como imitación, empatía, simpatía, contagio mental, proyección.

Realmente la identificación en sí es un mecanismo central del desarrollo, en virtud del cual se constituye la personalidad del ser humano. El niño se forma a través de diversos contactos con sus padres, hermanos, maestros, amigos de él y de su familia, así como otras personas que conoce a lo largo de su vida. Se trata de un proceso de pluridentificaciones.

Para Sigmund Freud -el autor que más ha profundizado en el proceso de la identificación- ésta es más que una imitación: es una apropiación de rasgos que se inicia desde el fondo del ser; se refiere a un proceso inconsciente y se expresa en el "como si". La identificación se da en ocasiones con uno o más rasgos del otro (principalmente el padre y/o la madre).

Freud propone el concepto llamado "ideal del yo", que se forma también por identificaciones con los ideales culturales y valores que prevalecen en la sociedad a la cual pertenece el niño, que no siempre son amónicos entre sí y con el sujeto.

Llegada la adolescencia, el proceso de identificación tiene diversas etapas y manifestaciones. Podemos decir, en forma muy resumida, que el sujeto va de un yo plenamente unido e identificado con los padres y pasa a través de una pertinaz maduración psicofisiológica, que lo lleva a alejarse de ellos, para pararse en sus propios pies y ser un individuo autónomo.

Por ello el proceso de identificación transita por una etapa de decepción y alejamiento de los padres y todo lo que éstos representan, con un afán de decir: "no soy tú, no soy como tú, yo soy yo".

En este momento el niño/joven busca nuevos modelos, muchas veces contrarios a sus padres, para buscar a quién parecerse, en una búsqueda propia y volitiva: ya no son "los padres que me tocaron", sino los modelos que busco y elijo por mí mismo.

En las primeras etapas de este proceso adolescente, es común la búsqueda de personas del mismo sexo que se toman como ideales, ya sean maestros o personas mayores que ejercen una especie de puente, para pasar de los padres a otras figuras de autoridad.

Los grupos de amigos juegan un papel primordial en esta necesidad de unirse a otros y compartir con los semejantes, preocupaciones, inseguridades, contrastar y matizar nuevas formas de pensar. Recordemos que en la adolescencia los chicos deben asimilar cambios en su cuerpo y en sus sensaciones y pensamientos, y suelen encontrar en los amigos lazos amistosos que los hace más fuertes, y que son el enganche para poder transitar de la infancia a la madurez.

En estos grupos se forma una especie de ideología grupal, que todos deben compartir para poder pertenecer a la pandilla: desarrollan lenguajes propios, adoptan formas idénticas de vestir, acicalarse, adornarse y peinarse y eligen personajes que son modelos y en los cuales basan sus procesos de identificación.

Es vital conocer el grupo de amigos de los adolescentes, pues combinan ideas e ideales con prácticas de consumo (que pueden incluir drogas o alcohol), sus lazos afectivos son muy estrechos, buscan y se afanan en actividades comunes que todo el grupo comparte, para seguir perteneciendo a éste.

En muchas y deseadas ocasiones los modelos suelen ser deportistas, jugadores de fútbol o ídolos que han realizado hazañas deportivas y que impulsan a chicos y chicas a buscar actividades similares y tener logros en esos campos.

Otras veces son cantantes de moda, actores, actrices, locutores, etcétera, modelos estereotipados presentados por los medios de comunicación , que deben ser observados por padres y educadores para conocer qué valores ofrecen, cuáles son los conceptos de mujer y hombre que transmiten, las formas de comportamiento que proponen, el tipo de ideales que persiguen, cuál es su actitud ante el esfuerzo y la persecución de logros, las tendencias sexuales y el manejo que hacen de su sexualidad, qué emociones priman y qué aspiraciones tienen.

 

 

(1) Laplanche, J. / Pontalis J. B.: Diccionario de psicoanálisis , p. 184-187.

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