Desarrollo emocional de un niño con discapacidad

Las necesidades afectivas de niños con algún tipo de discapacidad son semejantes a otro cuyas facultades físicas y mentales están intactas. Ambos requieren de cariño y respeto, les gusta jugar y comer golosinas y requieren de límites consistentes para adaptarse a su ambiente. No obstante, dentro del desarrollo emocional, la satisfacción de esas necesidades pueden sufrir algún retraso para establecer la relación de apego debido a su misma situación.

.....Recordemos que la primera relación de un niño es con su madre; ambos, en su interacción, van formando lo que los psicólogos llaman relaciones de apego.

.....El apego es la vinculación afectiva que se da entre el niño y la madre (o persona que ejerce las funciones de maternaje), en la constante interacción que se da entre ambos, sobre todo cuando es estable y consistente.

.....Las relaciones de apego tienen como inicio las necesidades físicas y emocionales del niño que deben ser satisfechas a través de la actuación y la sensibilidad de la madre. Este apego tiene una serie de elementos que facilitan o dificultan esas relaciones y en el caso de niños con discapacidad debido a sus limitaciones se puede dificultar la relación. Algunas de ellas son:

1. Ajuste postural. El niño con algún problema de parálisis cerebral, dependiendo del tipo de problema que sufra, puede presentar rigidez en sus posturas que no le permiten amoldarse a los brazos de su madre. Si ella no tiene conciencia de esta situación (sobre todo con madres primerizas) empieza a establecerse la relación con dificultades, ya que la madre puede interpretar la rigidez como rechazo.

2. Mirada y contacto ocular. Es especialmente difícil establecer relación a través de la mirada cuando el niño tiene dificultades como retraso mental, parálisis, problemas de visión o es ciego. El pequeño no puede establecer contacto y éste es uno de los aspectos mas íntimos y comunicativos que se dan cuando es amamantado. La mayoría de los niños suelen mirar a la madre y ésta corresponde a la mirada, estableciéndose patrones comunicativos intensos.

3. Sonrisa. Hay una sonrisa refleja que se da en las primeras semanas de vida del niño y posteriormente empieza la llamada sonrisa social, pero los que no logran ver bien, difícilmente pueden imitar o responder a las sonrisas de su madre, igualmente cuando existe rigidez muscular que no permite la expresión emocional, el pequeño puede dar la impresión de lejanía y la retroalimentación materna puede verse bloqueada.

4. Identificación del llanto. Los bebés lloran de manera diferente y por distintas necesidades, sus madres poco a poco van identificado las diferencias y con ello interpretan y satisfacen las exigencias de su hijo. Cuando un pequeño tiene dificultades, sienten gran inestabilidad y es muy común el llanto persistente que da a la madre la sensación de que es incapaz de calmarlo.

5. Ritmo sueño–vigilia. Al haber alteraciones relacionadas con el sistema nervioso pueden producirse problemas en los ritmos de sueño y vigilia, tanto por constantes despertares, como en niños que duerman en demasía, lo que limita su contacto social, perjudicándolo en sus actividades comunicativas y de estimulación.

6. Audición y vocalización. Niños con dificultades en esta área y con multideficiencias que paralizan los músculos de la cara, limitan sus balbuceos y primeras manifestaciones comunicativas. Con ello se inhibe su relación y la respuesta de la madre que no observa en su pequeño intención de comunicarse.

.....La gestualidad limitada en niños con parálisis impiden que establezca un diálogo, intercambiando miradas, sonrisas y sonidos que claramente indican que el pequeño se quiere relacionar. Esta situación puede ser extremadamente peligrosa si no se detecta a tiempo, pues la madre puede identificar como rechazo del niño lo que es simplemente dificultad de movimiento.

7. Imitación. Los niños durante sus primeras semanas van acomodando su conducta a la de su madre, sobre todo las expresiones faciales que pueden quedar limitadas en niños con problemas, y al no haber respuesta imitativa la madre se siente poco correspondida. 1

.....La clave para evitar esta serie de “malos entendidos comunicativos” está en la detección temprana del problema, y una vez diagnosticada la discapacidad que padece el pequeño estar en posibilidad de ofrecer información a los padres y orientación sobre los cuidados más oportunos.

.....Cuando la madre conoce las dificultades de su niño, adapta sus reacciones y su nivel de comprensión se modifica. Con ello puede paliar en gran parte las malas interpretaciones y le da tiempo al pequeño para encontrar sus propias formas expresivas. Es muy importante que la familia de estos niños comprendan que, a pesar de las incapacidades para responder y establecer una comunicación efectiva y afectiva, estos niños necesitan que se les hable y atienda, y de esta manera puedan sentir el contacto y el afecto.

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1 Muciño Padilla, Eréndira, Influencia de la información sobre la discapacidad en la utilización de mecanismos de defensa y en el establecimiento de un apego funcional dentro de la relación madre e hijo con parálisis cerebral, México, D.F., tesis profesional Instituto Superior de Estudios de la Familia, 2004.