.....Con harta frecuencia se pone en primer plano el deseo del adulto, y no la necesidad de los niños. A veces hasta parece un berrinche, en el que lo único que cuenta es el deseo de ser papá o mamá. Es muy importante saber que los niños y las niñas no se escogen. No son mercancías, no son objetos y tampoco animalitos. Los niños son asignados por la institución encargada, de acuerdo con criterios técnicos que, hasta hoy, han demostrado que son lo más efectivo, justo y adecuado. La adopción no es un concurso de belleza o simpatía en el que los infantes triunfadores se ganan una familia.

.....La naturaleza tampoco da a escoger. Cuando nace una criatura, mucho de lo que es resulta del azar en la combinación genética de los padres. Los hijos se quieren no por su apariencia o comportamiento, sino porque son hijos. Por otro lado, mucho de lo que llegarán a ser es producto de la interacción con sus padres, sus hermanos y con el resto de la familia.

.....Sólo hay dos cosas que sí pueden seleccionar los aspirantes a convertirse en papás mediante adopción. Esas opciones son: el sexo del hijo y la edad.

 

.....Desafortunadamente esto hace que, a medida que niños y niñas son mayores, tengan menos posibilidades de ser adoptados. La mayoría de las personas que desean adoptar, buscan que el futuro hijo sea un bebé. Es como si quisieran niños sin pasado.

 

 

.....Algo que debe quedar claro a los adultos que desean adoptar, es que no se trata de un acto de caridad. No debiera serlo. Adoptar es un acto de amor y también, ¿por qué no decirlo?, de beneficio recíproco. Si bien el niño o la niña gana una familia, los que adoptan ganan un hijo o una hija. Se da y se recibe en las dos direcciones. No hay deudas ni obligación de pago, como no sean las deudas amorosas por los vínculos afectivos que se crean.

.....Ojalá en el futuro se encuentren formas más ágiles para que los niños encuentren a sus nuevos papás, y los papás encuentren a los que serán sus hijos. Hoy por hoy el trámite de adopción puede durar desde ocho meses -casi lo que correspondería a un periodo de gestación-, pero se puede prolongar hasta tres años; incluso hay personas que nunca lo logran.

.....Desafortunadamente la desesperación de quienes quieren convertirse en padres adoptivos, y lo prolongado del proceso, hacen que con frecuencia se recurra a adopciones clandestinas o ilegales. Acuerdos con terceras personas para que se les entregue una criatura que luego será registrada como nacida de la persona que adopta, se sabe que es algo que existe. A veces con buena fe, pero a veces con mala, bajo estas circunstancias quienes corren grandes riesgos son los menores. Con este tipo de trampas nadie se asegura de que los nuevos papás, efectivamente, cumplirán correctamente con su papel.

.....Adoptar no es tan sencillo, pero vale la pena la espera y el esfuerzo; si de esta manera la sociedad protege a sus niños buscando que un pasado desafortunado no vuelva a repetirse.

.....Sólo para quedarse pensando:

.....Cuando hay nacimiento en la familia, si la mamá trabaja, la ley dice que tiene derecho a permanecer en casa por algunas semanas para recuperarse. Muy comprensible porque el nacimiento altera todo el funcionamiento de la casa. Se vuelve un manicomio en miniatura. Con la adopción también llega un hijo nuevo y la familia tiene que reorganizarse en su funcionamiento. Inscripción a la guardería o a la escuela, compra de ropa, conocerse bien y adaptarse. También una locura. Aunque la nueva mamá no tiene que recuperarse físicamente, ¿valdría la pena pensar en que también hubiera al menos unos días libres para que se estrenen como familia?

 

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