El análisis
se hace mucho más complicado cuando tratamos de definir la etapa
adolescente y definitivamente se complica cuando pensamos en la adultez.
Entonces la pregunta “¿quién es un adulto?”
entra en el terreno de la subjetividad y las múltiples respuestas
que pueden darse están matizadas por el color del cristal con
el que cada uno miramos.
La experiencia
vivencial combinada con las características físicas e
intelectuales y las posibilidades de estudio, laborales y sociales,
etcétera, hacen de cada uno de nosotros un ser único;
y los rasgos definitorios pasan de los aspectos cuánticos como:
a los tantos meses debe medir y pesar según una tabla específica,
cuántas palabras se espera en tal edad, etcétera, de las
etapas del crecimiento infantil, a una definición de adultez,
que pasa por la psicología y entra en el campo filosófico.
Por
ello es probable que cada uno tenga su propia definición de lo
que es un adulto, o el momento cuando se llega a la adultez, y las respuestas
son tan variadas como incompletas. Por ejemplo: cuando cumples 18 años,
cuando has formado una familia, cuando trabajas y te mantienes solo,
cuando eres independiente, lo cual suena más interesante o cuando
eres responsable, pero ¿qué es ser responsable?