.....Quizá
la proteína es el nutriente en que primero deberíamos
reparar. Por sus funciones en el organismo, resultan de primera importancia.
Aquí no hay mucha posibilidad de perderse. Entre mayor sea la
cantidad de proteína —medida en gramos—, será
un mejor alimento. No todos los alimentos las contienen en alta cantidad.
Las verduras, por ejemplo, tienen en general poca proteína, pero
a cambio ofrecen vitaminas y minerales. Lo importante es saber qué
papel desempeñará cada producto en nuestra alimentación.
Aquí también es importante hacer la comparación
tomando en cuenta el tamaño de la ración.
.....Otros
datos son incluidos en las etiquetas, pero de una manera ya no uniforme.
Carbohidratos, sodio, calcio, grasa, vitaminas, etcétera. Averiguar
más sobre ellos resulta en un nivel de complicación mayor.
Esfuerzo para una posterior ocasión. No obstante, si adquiere
el hábito de revisar etiquetas, mirando también lo que
por su precio le ofrecen, estará en condición de seleccionar
lo mejor y lo más barato.
.....Y
tal vez, sólo tal vez, si mira en la lista de ingredientes, encontrando
que su fresca lechuga la está aderezando con vinagre, azúcar,
sal, almidón modificado, goma de xantán, suero de leche
con cultivos, sorbato de potasio, benzoato de sodio, amarillos 5 y 6
y un poquitín de calcio disódico EDTA (según esto,
para proteger el sabor), posiblemente piense en volver nuevamente a
la vieja receta de aderezo heredada por la abuela.
.....Que
tenga muy buen provecho.