Fulano de
Tal ha tenido tiempo para recapitular su experiencia como padre de
dos hijas. Ha podido reflexionar y hacer balances. ¿Satisfecho?
Muy sobradamente. Superadas todas sus expectativas y agradecido por
no haber tenido que destinar una buena parte de su energía
y otra de su presupuesto para pagar las terapias que habría
requerido un vástago del género masculino.
Fulano
de Tal ahora es testigo de cómo otro padre como él,
recientemente reincide con una segunda hija. Recuerda las infancias
de sus princesas y vive ahora sus adolescencias. Cada familia es distinta,
dicho ya estaba, sin embargo, el señor aquel no resiste la
tentación de anticiparle algunas cosas a su ahora correligionario
de batallas.
Mirando crecer
a este par de princesas cuyo título nobiliario sólo
es reconocido familiarmente, Fulano de Tal se encuentra reconciliado
con la paternidad. Por la diferencia de géneros, el padre se
encuentra en posición por demás ventajosa. En ese amor
y admiración que las hijas pequeñas suelen tener por
el papá, hasta el más plebeyo puede sentirse un rey.
Sabiendo de
lo que de patriarcal y machista todavía tiene en abundancia
nuestro país, uno puede ser mejor persona, mejor hombre, al
procurar trabajar cada día para construir un mejor lugar para
que ellas vivan con más justicia, equidad y respeto. Buena
causa para un andante caballero.
Mucha queja
hay en contra de la adolescencia femenina. Sí, complicada a
veces, de continuo cambiante, fascinante siempre. Pobres madres, ellas
la padecen, ya que con frecuencia las hijas florecen coincidentemente
cuando las señoras han visto ya pasar algunos de sus mejores
días. Rivalizan por encontrar su lugar. Unas luchan por ser
reconocidas como mujeres, mientras las otras intentan reafirmar su
autoridad.
Con certeza
que no es igual para todos, pero al menos para Fulano de Tal, cuidando
el vínculo amoroso con respeto, autorreflexión, cercanía
y solidaridad, la adolescencia de sus hijas ha sido y es fuente inagotable
de satisfacción y aprendizaje.
El Tal Fulano
desearía a su compañero de divisa una aventura mejor...
o por lo menos igual.