La
ciencia dice que la lactancia materna ayuda a tener hijos más
inteligentes. Este es el resultado de una investigación realizada
por especialistas de Dinamarca. En mayo del 2002 la prestigiada agencia
noticiosa Reuters dio a conocer los resultados obtenidos de una investigación,
en la que se comparaba cuáles podían ser los efectos
del amamantamiento sobre la inteligencia. Todo parece indicar que,
al llegar a la vida adulta, las personas que han sido amamantadas
con leche materna durante más tiempo tendrán mejores
resultados en pruebas de inteligencia que quienes fueron alimentados
con leches maternizadas -conocidas como "artificiales"-
o quetuvieron lactancias muy cortas.
En
el estudio danés se hicieron pruebas de inteligencia a poco
más de 3 000 personas que nacieron entre 1959 y 1961. Además
de la medición de Coeficiente Intelectual (IQ), se tomaron
datos acerca de la forma en que fueron criados en lo que a la leche
se refiere (materna o de fórmula). Lo sorpresivo fue encontrar
que los mejores resultados en las pruebas estaban asociados con lactancias
maternas naturales hasta de 9 meses. Para ser más claros: si
la persona se había alimentado de pecho durante 9 meses, el
resultado era que en la vida adulta (más o menos a los 40 años)
se podían obtener mejores puntuaciones en una prueba de inteligencia.
La
investigación es tan seria que los resultados fueron publicados
por Erik Mortensen, el investigador responsable que trabaja en el
Hospital Universitario de Copenhague, en el Journal of the American
Medical Association. Si bien todavía no se puede explicar perfectamente
en dónde radica o cómo se origina este efecto, Mortensen
piensa que hay varios factores que pueden estar involucrados. Una
parte quizá se deba a los nutrientes específicos que
contiene la leche materna. No importa qué tan buena sea una
fórmula infantil o la misma leche de vaca, pero carecen de
algunos nutrientes y anticuerpos específicos que la madre produce.
Es algo que podríamos llamar "control de calidad natural".
Otro
elemento muy importante tiene que ver con lo socio-psicológico,
ya que, al propiciar el establecimiento de vínculos positivos,
se conoce el efecto de la lactancia en el desarrollo emocional de
los niños. En suma: no sólo es importante la leche materna,
sino nutrir afectivamente; más allá del simple suministro
de alimentos.