En la convivencia
con los abuelos, a los niños les gusta escuchar historias de
la familia o de acontecimientos vividos en el país, saber cómo
eran sus padres cuando tenían su edad, imaginar cómo era
la vida en el pasado, que les cuenten leyendas y narraciones. Los abuelos
son un eslabón viviente y cercano entre su presente y esa historia
que les enseñan en la escuela, el concepto del tiempo social
e histórico que cada niño tiene que construir en su mente,
puede ser cubierto por esa generación que “ya ha vivido
tanto” y sabe anécdotas y relatos que le enseñan
como fueron las cosas, antes de que nacieran.
Cada abuelo
y abuela tienen una filosofía de vida y unos valores que le son
propios y que transmiten directamente a sus nietos (aunque desde luego
lo han hecho ya indirectamente en la educción que dieron a sus
hijos, los ahora padres del niño), y esas vivencias y experiencias
son aprendidas por los pequeños y serán parte de sus propios
valores.