Autor: Ramón Cordero G.


"Hago la caridad... pero quiero que se note".
Es curioso cómo en los últimos años, el mundo de los negocios se ha dado a la tarea de participar en obras de beneficencia. ¡Corrección! A lo mejor las grandes empresas eran benefactoras de la humanidad desde hace mucho tiempo, pero es hasta los últimos años cuando lo anuncian con bombo y platillo.

Los tiempos han cambiado y esa vieja máxima: "que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda", está francamente fuera de moda. Ahora, lo moderno, lo "bonito", es adherirse a la gallinácea máxima que afirma, "no basta con poner el huevo, además hay que cacarearlo". Posiblemente no sea de muy buen gusto, pero tiene su parte positiva. Y es que en este afán de lograr caritativa notoriedad quizá algunos negocios más se anoten para apoyar alguna buena causa, con la fuerza que da una cartera repleta de billetes. Finalmente es ayuda, aunque sea anunciada.

 

   

Índice del texto: 1 2 3 4