Presentación
Desde que el ser
humano creó el lenguaje hablado y escrito, a través de
signos y símbolos, éste ha sido uno de los principales
transmisores de cultura, la vía para la expresión de pensamientos
y sentimientos, la herramienta de las transacciones sociales por excelencia
y la estructura donde se inserta toda la comunicación que sostiene
el hombre.
Por eso el lenguaje
es una de las capacidades intelectuales que desde antaño se ha
tomado como medida de inteligencia.
El ser humano aprende
a expresarse y comprender a los otros por medio de gestos y comunicaciones
no verbales y posteriormente con la palabra que, poco a poco, va enriqueciendo
sus posibilidades expresivas. La adquisición de la palabra es
el factor de cambio en el proceso cognitivo de los niños, cuando
logran pasar de la acción pura y directa a la mediación
del lenguaje.
La palabra interiorizada
se vuelve pensamiento: a través de éste, el niño
puede resolver problemas, recordar, analizar, anticipar, y crear.