Sugerencias de actividades

  


• Escuchar para aprender

Se hace hincapié en escuchar “para aprender”, porque la mayoría de las personas, aunque tenemos nuestro aparato auditivo en buenas condiciones y escuchamos perfectamente, no retenemos más que un porcentaje muy bajo de lo que oímos, por ejemplo en una conferencia, y es importante ayudar a mejorar esta capacidad.

Escuchar y leer en voz alta, es una de las formas más eficaces para entrenar esta capacidad, escuchar narraciones y cuentos es del gusto de prácticamente todos los niños, la diferencia está en el proceso de recordar lo que se ha leído, interpretar y opinar sobre lo que se leyó, comentar sobre la realidad o fantasía de los hechos, la invención de nuevos finales o suponer qué puede pasar con los héroes de los cuentos. Este trabajo posterior, que de preferencia debe hacerse en forma lúdica, ayuda a tratar de retener y procesar lo escuchado. Conforme el niño crece pueden cambiarse las lecturas fantasiosas por biografías de artistas, exploradores, creadores e incluso cantantes de moda y vidas de deportistas, si ese es el interés de los jóvenes. Lo importante es que lean, escuchen con atención y retengan.

Escuchar poesía constituye un recurso motivador, si ésta es elegida adecuadamente a la edad e interés de a persona. Incluso el rap puede ser un ejercicio lingüístico interesante que fomente el gusto por la comprensión de oraciones que guardan en la combinación poco usual de las palabras y que ofrece significados múltiples cuando es escuchada con atención.

Los nuevos recursos audiovisuales pueden ser una fuente casi inagotable de ejercicios para aprender a escuchar, tanto los discursos y diálogos bien elaborados como aquellos que son especialmente tediosos. Ofrecen material para identificar lo que se debe decir y cómo se debe decir o no decir, descubrir por qué puede ser tan aburrido un sujeto y comentarlo puede ser un motivo de análisis y sobre todo de escucha atenta para poder tener argumentos posteriores de discusión.

La exposición de un tema y pedir a los sujetos que lo escuchen con los ojos cerrados e ir deteniéndose para que diga las palabras que son claves en ésta, o que sinteticen lo dicho hasta el momento pueden ser actividades que además de dejar un aprendizaje obligan al oyente a esforzarse poniendo atención y reteniendo lo más posible.

  


Hablar. La capacidad por expresarse correctamente debe ser fomentada en todas y cada una de las personas; si bien algunas tienen más facilidad que otras, en ello intervienen factores de tipo psicológico como la timidez, la autoestima, el miedo al ridículo, entre otros aspectos.

Debate en clase.
El aula es el lugar idóneo para fomentar esta capacidad, pues las nuevas tendencias pedagógicas postulan un modelo comunicacional horizontal donde se dé oportunidad de expresión y se permita el intercambio de opiniones, así como ejercicios de debate, que preparan a los sujetos cada vez más en una sociedad democrática donde la palabra debe ser expresada y respetada dentro de los límites de la convivencia.

El niño como narrador.
La narración es una forma de comunicación lingüística que puede fomentarse en el aula y desde luego en el hogar, pues principalmente son los padres los que ofrecen la disponibilidad de escuchar a los pequeños en sus comentarios, historias, chistes, ya que éste es el primer espacio expresivo donde ellos ejercitan su capacidad lingüística.

Padres y maestros son los modelos a seguir.
Por ello el hecho de fomentar este tipo de capacidad debe invitar a los adultos a mejorarse a sí mismos si quieren ofrecer a niños y jóvenes formas adecuadas de comunicación verbal, donde haya cosas qué decir y fórmulas flexibles y correctas de decirlas.

Invitar al niño a escuchar a personas con facilidad y gusto por la narración, como son los “cuentacuentos”, expresiones culturales como obras de teatro, títeres, incluso poner atención a los diálogos de personajes de la televisión, son modelos donde el niño puede aprender la forma de acomodar las palabras y hacer coherente su expresión verbal y no verbal.

La realización de entrevistas,
puede ser una actividad divertida que promueve la posibilidad de diálogo, ayudando al pequeño a prepararse con preguntas; si puede grabarse le será de mucha utilidad escuchar las respuestas, mantener el hilo de la conversación, agradecer la entrevista, etcétera, son aspectos diversos de un ejercicio lingüístico verbal que ayudan a un niño o joven a entrenarse en el habla , ya que ellos pondrán su interés en el personaje, que puede ser un chico mayor o algún vecino o comerciante de su colonia, pero en realidad lo que se fomenta en ellos son sus posibilidades comunicativas.


• Leer y escribir.
Leer es una de las actividades más gratificantes que muchos adultos pueden cultivar. Con respecto a las nuevas generaciones, el tema de la lectura y su fomento le quita el sueño a muchos padres y educadores: si bien siempre han existido niños lectores y no lectores, hoy en día con el auge de los medios electrónicos el problema por hacer que se lea literatura se ha agudizado.

La lectura requiere tiempo y ese no parece el recurso de nuestra sociedad, mucho menos el de niños que no tienen un especial interés por la palabra; sin embargo, al pensar en los beneficios que la lectura ofrece para el desarrollo y disfrute del ser humano, vale la pena que padres y maestros intenten encauzar a sus pequeños hijos y alumnos que no tienen esta afición a actividades que indirectamente los fuercen a ello.

Algunas de las actividades antes mencionadas como el debate, la narración de cuentos y las entrevistas, son medios idóneos para que se hagan lecturas.

Las dramatizaciones son muy útiles para inducir a temas que requieren de investigación en libros, Internet, cuentos y novelas, que posteriormente tengan que escribir y reescribir los diálogos. El secreto es tocar temas afines a los intereses según la edad y aficiones de los niños.

La utilización de los medios masivos de comunicación, en este sentido el interés que los pequeños tienen en la televisión, los videojuegos, el cine e Internet debe ser un pretexto para inducirlos en actividades lingüísticas, por ejemplo hacer guiones, consignas, canciones, graffitis, avisos publicitarios, boletines informativos y noticiosos, afiches, tapas y solapas de libros, comentarios sobre programas preferidos de la televisión, notas periodísticas, entre otros (ver actividades con medios Micrositio Alfabetización Audiovisual).

El lenguaje inventado puede ser de gran estímulo para niños que tienen aversión por la “palabra oficial”, por lo que se les pide que realicen una frase inventando nuevas palabras y luego traten de traducirlo, con lo cual pueden ejercer su creatividad y ser un gran estímulo para pensar y decir todo tipo de cosas.

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