Las variantes para gastar más energía:

 

• Beber agua fría. En apariencia es algo insignificante pero implica aprovechar los procesos de nuestro organismo en el gasto energético. Durante su permanencia en el cuerpo, esa agua será calentada antes de ser perdida en forma de sudor, vapor u orina. Lógicamente el calor lo toma de nuestros tejidos y eso implica el gasto de algunas calorías. Ninguna cantidad espectacular, pero se va sumando a otras pérdidas parciales.

 

• Subir y bajar escaleras. Es más cómodo usar elevador o escaleras eléctricas, pero si nos acostumbramos utilizar nuestras piernas cada vez que tengamos oportunidad de optar por los escalones tradicionales, estaremos quemando unas cuantas calorías como producto del esfuerzo físico. Lo ventajoso es que este ejercicio contribuye también a mejorar el rendimiento de nuestro corazón. Dos pájaros de un tiro, en términos de salud.

 

• Caminar como primera opción. Cuando sea posible, es de lo más recomendable desplazarnos a pie que usando cualquier otro tipo de transporte. Quizá empleemos más tiempo en nuestros trayectos, pero —al igual que con el caso de las escaleras— gastamos algunas calorías y fortalecemos el músculo cardiaco. De hecho, cuando las caminatas se hacen a paso acelerado y duran más de 20 minutos, nuestro metabolismo se acelera y el gasto tiende a incrementarse. Cuando esto sucede, aunque luego retornemos a la actividad normal, el gasto energético suplementario continuará por algún tiempo.

 

• Alimentos toscos no industrializados. Los alimentos procesados y refinados son de muy fácil asimilación por lo que su aprovechamiento es bastante eficiente. Cuando incluimos en nuestra alimentación normal las ensaladas y las verduras crudas, así como otros ingredientes no procesados como los integrales, forzamos a nuestro organismo para que utilice energía en su digestión. Aprovechamos los nutrientes que contienen, pero con un gasto calórico extra. Una ventaja colateral es que conservamos algunos de los nutrientes que se perderían durante el proceso de refinamiento o de cocción (vitaminas y proteínas principalmente).