Philip Morris Co. fue sentenciada este 4 de octubre del 2002 a pagar una indemnización a una de sus clientes más fieles. La señora Betty Bullock, compradora habitual de sus cigarros durante cerca de 45 años, demandó a la empresa y logró que se determinara una compensación de 28 000 000 000 dólares para ella. Así es, ni le faltan ni le sobran ceros: 28 mil millones de dólares.


¿Parece exagerado? Es difícil decirlo, porque la causa de la demanda tiene que ver con un diagnóstico de cáncer terminal en pulmón (en fase avanzada y mortal).
Uno de los argumentos principales de la señora Bullock fue que, al iniciar su consumo de tabaco en una edad temprana (a los 17 años), la empresa tabacalera no le había advertido del peligro que implicaba para su salud. Por ello había dejado crecer su adicción, misma que se prolongó durante más de cuatro décadas.

 

Cientos de veces se ha comentado la asociación del tabaquismo con problemas de cáncer pulmonar, enfisema, enfermedades circulatorias y del corazón. Actualmente es imposible hablar de ignorancia con respecto a los efectos del humo sobre la salud, pero también vale la pena destacar cómo las empresas fabricantes de cigarrillos orientan campañas de publicidad muy agresivas y sugerentes, dirigidas principalmente hacia los jóvenes: su mercado del futuro.

 

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