El control
y las sanciones legales han sido siempre aplicadas con mayor facilidad
entre prostitutas y soldados. En el siglo XIX, muchos médicos,
autoridades y miembros de la Iglesia consideraban que las prostitutas
eran "indeseables pero útiles", y planteaban la reglamentación
de la prostitución como el medio seguro de preservar a al sociedad
de las "enfermedades venéreas". Sin embargo, había
objeciones a la reglamentación; desde el punto de vista médico,
la principal crítica era que ésta tomaba en cuenta a
la mujer pero no al hombre que, decía el doctor Ricardo Cicero:
"...tan vector es del contagio como ella y si ella le trasmite
la enfermedad es también porque de él la recibió".
La mayoría de los países reglamentaron la prostitución,
pero desde las primeras Conferencias Internacionales para la profilaxis
de la Sífilis y de las Enfermedades Venéreas, reunidas
en Bruselas en 1889 y 1902, se vio que en todos los países
la reglamentación había sido imperfecta, y muchos la
eliminaron. En nuestros días el asunto vuelve a debatirse.
En
el Primer Congreso Médico Mexicano de 1890, Martínez
Ancira proponía inspeccionar a las soldaderas, como se
hacía con las "mujeres públicas", y reglamentar
las relaciones sexuales del soldado (en cuanto a su frecuencia,
duración y antisepsia), como medio de satisfacer la moral,
la higiene y la disciplina militar. Actualmente en Estados Unidos,
los militares infectados por VIH están obligados a informar
a sus parejas sobre su estado y a tener relaciones sexuales protegidas;
si no lo hacen, pueden ser acusados desde "desobediencia
a un orden militar" hasta "asalto con arma peligrosa
e intento de asesinato".
Muchos
piensan que el ejercicio de la coerción contribuirá
escasamente al logro de lo que se persigue, y que serán
de mucho mayor importancia los programas de educación concentrados
en determinados grupos, las pruebas voluntarias, la información
y el tratamiento de las farmacodependencias.
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El
desafío, hoy como hace 100 años, es proteger la salud
pública y, al mismo tiempo, los derechos de las personas vulnerables.
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