Muchos adolescentes, que por su etapa de desarrollo no pueden ordenar su mundo interior ni sus relaciones interpersonales, obviamente no pueden organizar su cuarto: éste es como un reflejo de su propio interior.

....El desorden es una válvula de escape ante las exigencias del medio escolar y el hogar que le exigen controlar sus ideas y hábitos, cuando en la pubertad y adolescencia todo se cuestiona, se mezcla, enreda y desordena y aún no ha tenido tiempo, ni entendimiento de ordenar sus ideas. Los padres deben ser tolerantes y flexibles mientras pasa esta situación.

....No son raros los casos adolescentes que colaboran pero piden respeto a su cuarto, su escritorio o su rincón personal. Es importante determinar ese espacio que cada uno desea para amontonar colecciones, cachivaches y "sus tesoros". Incluso algunos ponen letreros que prohíben el paso, y su cuarto se vuelve un territorio donde se le permite cierta libertad.

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