....En familias reconstituidas estas dificultades suelen agravarse: el desorden es una forma de no integrarse al nuevo hogar o de fastidiar a la nueva pareja del padre o de la madre. Además pueden identificarse con alguno de los progenitores que sea desordenado, como una forma de seguir teniéndolo consigo. En ocasiones su desorden es una forma de ser visto y de tener un lugar en esa nueva familia.
....Es conveniente tener una lista de las principales tareas que deben repartirse. A los mayores se les puede responsabilizar de las actividades más complicadas, mientras a los pequeños se les asignan las sencillas.
....Cuando se comparte el cuarto entre hermanos es importante delimitar las obligaciones y responsabilidades de cada uno, como hacer su cama y mantener acomodados sus cajones.
....Es conveniente dar instrucciones cortas referentes a cosas concretas, tales como "Organiza tu ropa", "Coloca los libros o los discos compactos y evitar dar lineamientos difusos como: arregla tu habitación. No debe haber distinción de sexo para colaborar, incluso es una manera de fomentar la igualdad y la justicia entre los géneros.
....Cuidar el equilibrio sin cargarle la mano al mayor, definiendo bien las obligaciones para mantener el orden en el hogar y tal vez en ocasiones especiales o cuando se les quiere ayudar; por ejemplo, al ahorrar para algo que desean, se les pueden asignar algunas tareas extras: entonces por esa vez dar alguna recompensa o una pequeña remuneración.
....En hogares donde hay una empleada que ayuda en los quehaceres del hogar, los niños deben aprender que es una persona que trabaja ahí, pero no está a su disposición ni es la única responsable de mantener el acomodo del hogar. Además, deben respetar su labor y los principios de la vida en convivencia.