Bolsas, cajas y material de empaque
Con esto de los ciclos anuales y la mayor circulación del
dinero, la época suele ser propicia para la renovación
de los enseres domésticos. Justo el momento para sustituir
una tan aguerrida como incompleta vajilla que ya merece una jubilación.
La
oportunidad para hacerse de un modesto equipo de sonido o una televisión.
El espléndido día en que cambiaremos el viejo colchón
al que se le han sublevado todos los resortes.
Bien por nosotros que tendremos el gusto de estrenar,
pero eso significa también una buena pila de cartón,
bolsas de polietileno, plástico con burbujas protectoras
y el tan estorboso como contaminante poliestireno (popularmente
conocido como unicel).
¿Continúa acumulando en la lista del
desecho navideño? No se abrume, aún falta lo peor.
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