Texto: Ramón Cordero G.
Diseño gráfico: Catherine Zúñiga Andrew

Introducción

¿A quién no le hace ilusión el arriesgar unos cuantos pesos y luego obtener un dineral como para nunca más tenerse que preocupar por algo que tenga que ver con el dinero?

            Ah, la suerte. Esa veleidosa que a veces parece guiñarnos un ojo, invitándonos a probar la bondad de nuestra buena estrella. Un doble seis en los dados, un número par en la ruleta, o acaso el full que nos permitirá "limpiar" a los oponentes en el póquer.

            Pues sí: qué antojo de obtener dinero fácil y, por añadidura, sentir la descarga de adrenalina cuando la bolita corre o es destapado el naipe; pero de ahí a hacerse ricos media una inmensa distancia. Lo frecuente es que el apostador pierda —a veces hasta la camisa— por lo menos cuando participa en casinos y centros de apuestas.