La solución

No hay muchas si tomamos en cuenta que nuestra vivienda sigue estando en estrecho contacto con el exterior y tendremos que continuar con nuestra rutina normal en la calle y los obligados regresos al hogar.

            En todo caso tendremos que pensar en la sustitución de la alfombra por un material que efectivamente permita la limpieza efectiva. Pisos lisos y sin intersticios por los que la escoba, la jerga o el trapeador puedan pasar recogiendo la suciedad que todos los días llega. Quizá algo no tan cálido o acogedor, pero que sea lo suficientemente práctico para limpiar por lo menos cada día sin inversión de un esfuerzo excesivo.