Hernán Cortés, el falso Quetzalcóatl

Se ha especulado que Moctezuma creyó que Hernán Cortés era Quetzalcóatl, que retornaba a quedarse entre los suyos, y que por eso lo recibió y lo hospedó en el palacio de Axayácatl. Hay estudiosos que creen que así fue pero también se ha puesto en duda esta posibilidad. Según el Códice Florentino, cuando Moctezuma se enteró de la llegada de los extranjeros, en el año 1 caña, “reaccionó como si pensara que el recién llegado era nuestro príncipe Quetzalcóatl”. De ahí que todos los presentes que envió Moctezuma a Cortés tenían relación con Quetzalcóatl y que cuando lo recibió en México Tenochtitlan exclamara: “Llega a tu tierra, ven y descansa, toma posesión de tus casas reales”, según se consigna en el Códice Florentino.

Sin embargo, los actos violentos de Hernán Cortés pronto dilucidaron el equívoco, pues pretendió derrocar a los dioses del Templo Mayor; se apoderó del tesoro que se guardaba en el Palacio de Axayácatl y finalmente encadenó a Moctezuma. Éste hombre no podía ser Quetzalcóatl, pero era demasiado tarde para reparar el error. La conquista había comenzado.

Este episodio se presta también para otro mito que se ha creado cuando se dice, erróneamente, que Quetzalcóatl era blanco. En ninguno de los relatos antiguos se habla de tal cosa. Sin embargo, tal idea cobra fuerza cuando sabios como Carlos de Sigüenza o fray Servando Teresa de Mier consideran que Quetzalcóatl es, en realidad, uno de los apóstoles que llegó a Mesoamérica a predicar bajo el nombre de Quetzalcóatl.