Se entrevistó a siete familias, tres en la ciudad de Oaxaca, dos en San Miguel Allende y dos en el Distrito Federal. Tres familias de estratos acomodados, dos de medios y dos de bajos. Las edades de las abuelas oscilaron entre los 63 y 85 años, las madres de 46 a 63 y las hijas de 20 a 38; 19 mujeres casadas con hijos y dos solteras sin hijos. En las primeras y segundas generaciones hay dos mujeres analfabetas, una sin escolaridad, dos con primaria completa, y el resto con secundaria o carreras técnicas. Sólo en la tercera generación hay tres mujeres con estudios profesionales.

Por último, el estudio se ubicó dentro de una perspectiva cualitativa e interpretativa que no buscó generalizar los hallazgos, adquiriendo su sentido en razón de la particularidad del campo abordado. El instrumento prioritario para recabar la información fue la entrevista individual a profundidad. Se trató de entrevistas de tipo abierto, que exploraron temáticas en torno al ciclo vital (niñez, adolescencia, cortejo, noviazgo, matrimonio y conyugalidad).

Para iniciar este apartado nos parece necesario mencionar, en primer término, que el carácter del estudio se centró en los códigos sociales sobre la sexualidad y por tanto las singularidades personales de las mujeres se diluyeron sustancialmente. Bajo estas condiciones, las valoraciones y percepciones en torno a la sexualidad resultaron emparentadas entre las distintas localidades (ciudad de Oaxaca, San Miguel Allende y el Distrito Federal) y el elemento relevante para el análisis se centró en las diferencias encontradas a partir de la edad y los estratos socioculturales. Dominaron las significaciones apuntaladas en códigos morales y religiosos y aquellos imbricados con la cultura de género. Desde esta perspectiva, no se consideró oportuno hacer una contextualización relativa a cada una de las familias sino crear algunas referencias y escenarios más generales atinentes a las generaciones y los niveles socioculturales.

En segundo lugar, debemos reconocer la imposibilidad que se tuvo para ubicar a las familias y generaciones dentro de rangos económicos precisos. Es indudable que el propio cambio y las condiciones del país generaron alguna movilidad social en las familias de menores recursos logrando mejores condiciones de vida. En contraste, en las tres generaciones pertenecientes a las clases acomodadas las variaciones económicas oscilan mucho menos.

Inicio

Siguiente

Atrás

Índice del texto: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11