El
grooming es un término que se usa para describir las prácticas en línea a las que recurre un adulto para ganarse la confianza de un menor con el propósito de obtener algún favor o beneficio sexual.
El adulto establece el contacto en foros o chats e incluso a través de la información que los niños o los jóvenes publican sobre sí mismos en sus blogs o perfiles en las redes sociales.
Mediante engaños, fingiendo ser personas amigables y cariñosas, y posteriormente con chantajes, se busca desde obtener fotografías o videos eróticos hasta arreglar un encuentro en persona.
Por su índole sexual, el
grooming está estrechamente relacionado con la pornografía infantil y la pederastia.
¿Cómo combatir el grooming?
- De ser posible, coloca la computadora en lugares de la casa que sean visibles o de paso frecuente, nunca en la recámara de tus hijos.
- Evita que chateen a puerta cerrada o a altas horas de la noche, pues es cuando se incrementa el número de usuarios conectados y el riesgo aumenta exponencialmente.
- Comenta a tus hijos los riesgos de usar la cámara web mientras se conversa con conocidos virtuales; si así lo prefieres busca cámaras que permitan restringir su uso mediante claves.
- Dile a tus hijos que eviten descargar archivos de remitentes desconocidos, así como no abrir correos o responder al llamado de extraños.
- Instala un antivirus y firewall y procura que éstos se actualicen periódicamente. Con estas acciones evitamos el malware o spyware que pueden proporcionar información personal a los autores del grooming.
- Sondea constantemente quiénes son sus contactos o “nuevos amigos” de la Red.
- Ayúdalos a crear nicknames que no delaten su edad y su sexo.
- Platica con ellos. La mejor arma para proteger a tus hijos es la información y la confianza que tú les puedas dar.